[Afiliación Elite] — The Descendents Of Salem

Todos hemos escuchado esas historias que nos contaban nuestros padres de mujeres de larga nariz y llenas de verrugas que sobrevolaban los cielos en su escoba, buscando pequeños niños que secuestrar y devorar. Con los años prácticamente se perdió la creencia en ellas y en todo lo que implica la magia, achacándolo a ilusionismo o meros trucos destinados a confundir a los confiados, pero la verdad era otra…

Los primeros signos de magia se detectaron en América, sobre los años 1600 cuando los primeros esclavos africanos llegaron al segundo continente más grande de la Tierra, aunque esta existía mucho antes, practicada por las múltiples tribus de África y Europa occidental.

La brujería tuvo sus orígenes en la época paleolítica hace aproximadamente veinticinco mil millones de años cuando los primeros hombres y mujeres comenzaron a venerar a los dioses para tener éxito en la caza; de esta forma se crearon los primeros rituales que posteriormente se les dio el nombre de Voodoo.



Millones de años más tarde y con el desarrollo de distintos rituales se generó el sacerdocio, un grupo pequeño de personas que dirigían los rituales siendo capaces de que estos dieran resultados. En Europa Occidental a estas personas se les conocía como “Wiccans” y debían tener amplios conocimientos en hierbas, brebajes y adivinación.

Al llegar los afro-americanos al nuevo continente para repoblarlo, la brujería se fue expandiendo por el nuevo mundo, pasando de generación en generación, proclamándose como una nueva religión.




Mil años después, el cristianismo estaba en pleno auge, ganando creyentes de manera lenta pero constante, pasando ambas religiones a ser rivales. Por varios siglos compartieron el territorio con los seguidores de la brujería, conviviendo pacíficamente, pero el deseo por ser la única religión de estado produjo que se comenzara a calificar al arte de la brujería como ritos satánicos asociados con el más allá y el Demonio, asegurando pues, que su poder provenía directamente desde los infiernos, comenzando así los llamados “Juicios de Salem” en 1692.

Tras los juicios de Salem y con ánimo de huir y sobrevivir, se formaron los llamados “aquelarres” o “coven”. Eran pequeñas comunidades de brujos que se reunían para viajar juntos y hacer ceremonias de culto, tales como la celebración de los días de reposo en honor a los Dioses o a los muertos.



A lo largo de los años, consiguieron sobrevivir sólo unos pocos aquelarres, asentándose en distintos puntos geográficos y evolucionando hasta convertirse en los pilares de la magia, formando religiones propias que futuramente iban a ser la base de todos los magos y brujas.

Los Voodoo se establecieron en África, eligiendo su nombre en honor a la primera magia conocida; en Inglaterra estaban los Wiccanos que desarrollaron la religión neopagana Wicca; haciendo honor a los primeros sacerdotes que dirigían los aquelarres, los Covenant, haciendo tributo a los “Covens” se instalaron en Inglaterra, en Dinamarca se asentaron los llamados Ásatrú honrando a los antiguos nórdicos y a su religión, en el oriente asiático se formaron pequeños grupos devotos del Onmyōdō y por último los Helenistas, seguidores de los dioses griegos, en Grecia.

Todas estas religiones prosperaron en secreto, ocultando sus habilidades mágicas a los que ellos llamaban Nomas, es decir, personas que no tenían ningún don mágico.




En 1927, Marie Laveau una bruja Vudú nacida en Nueva Orleans, hija de descendendientes de dicha religión, decidió convocar a los Arcanos de cada una de las religiones mágicas en su ciudad natal, proponiendoles crear un consejo de magos para luchar contra la vida en las sombras y remarcar su derecho de libertad e igualdad, así nacieron los Descendendientes de Salem. En 1928 Laveau formó el El escondite de la bruja, que más tarde se renombró a El callejón de la bruja, popularmente conocido como mercado mágico.

Aunque Marie Laveau impartía su magia sin tapujos, sobre todo entre las mujeres blancas adineradas, el Consejo, incluida la propia Marie Laveau estaban de acuerdo que aún era demasiado pronto para revelarles al mundo lo llenó de magia que estaba el mundo.

Marie dejó de practicar magia en 1835, fingiendo su muerte para los Nomas, aunque esta no falleció realmente hasta 1881, siguiendo todo ese periodo como consejera en los Descendientes de Salem.



Los tiempos cambiaban y el cine y series de televisión normalizaron la magia, fomentando los llamados “magos falsos” por lo que Los descendientes de Salem tuvieron que tomar una importante decisión.

En 1995 tras lo que se llamó “La gran asamblea”, los arcanos decidieron dar a conocer el mundo mágico con un gran comunicado. Al principio los humanos o “Nomas” se rehusaron a creerlos, pensando en que todo eran patrañas y mentiras, pero conforme pasaron los años, la magia se fue normalizando, siendo algo normal y cotidiano.




Nos situamos en la época actual, el consejo mágico ha instalado su sede en El Complejo, un edificio colonial edificado en el 1821, situado en Bourbon Street, Nueva Orleans, Luisiana y la magia en estos días es algo común por las calles de todas las ciudades.

Tras instalar la ciudad mágica en Nueva Orleans, ciudad natal de Marie Laveau, impulsora del consejo, las religiones instalaron en sus respectivas sedes religiosas un portal mágico que se comunicaba con el resto de sedes y con el castillo dónde se encontraba el consejo.

Nueva Orleans se volvió el lugar central de la magia, abriéndose al público El Callejón de la Bruja, también llamado mercado mágico, dónde se podía encontrar todo tipo de ingredientes para pociones, instrumentos mágicos, piedras… etc. Aunque no era raro ver a humanos curioseando o interesados por las artes mágicas.

Aunque los humanos se adaptaron bien al cambio que se había producido, había un grupo que no aceptaban la magia, así que, en 1996, tan solo un año de la revelación de la magia, se formó "La Orden", un grupo de personas, en su mayoría Cristianas que alegaban que la bruja era cosa del demonio y buscaban una segunda caza de brujas.

Conforme los años fueron pasando, La Orden se volvía más poderosa, con mejor entrenamiento e instrumentos más mortíferos para los magos, otras religiones no partidarias a la magia comenzaron a unirse a ellos e incluso existían magos, odiosos de su suerte al nacen con poderes mágicos o los que pensaban que su magia debería haber seguido oculta también se unieron.